PADRES

Si su niño presenta alguna de las siguientes características y manifiesta dificultades de conducta, atención, aprendizaje o en la coordinación motora, es beneficioso que se lo comunique a su pediatra o médico de cabecera, y se asesoren con un Terapista Ocupacional formado en Integración Sensorial, para una eventual evaluación específica.

  • Se irrita fácilmente y llora sin motivo.
  • Sufre o se irrita durante ciertos cuidados de higiene, como lavarle la cabeza, cortarle el pelo, cepillarle los dientes, cortarle las uñas, limpiarle los oídos etc.
  • Muestra fuertes preferencias o rechazo por ciertas prendas de vestir, le molestan los zapatos, se queja de arrugas en las medias, rechaza el uso de gorros, etc.
  • A menudo prefiere usar ropa de manga larga aunque tenga calor o le cuestan en los cambios de estación con las prendas.
  • Rechaza tocar ciertos materiales como la arena, plasticola, pintar con los dedos o jugar con masas.
  • Tiende a evitar el contacto físico, principalmente con personas que no son los padres.
  • Se muestra amenazado o reacciona exageradamente cuando lo tocan desde atrás.
  • Evita dar besos o ser besados, ponen la cara o la cabeza.
  • Muestra preferencias extremas por ciertas comidas y un limitado repertorio de alimentos según texturas, temperaturas y/o sabores, olores.
  • Prefiere exageradamente los juegos de dar vueltas, las hamacas y los plazas o parques de diversiones. El niño no parece marearse nunca.
  • O, por el contrario, evita todo tipo de movimiento brusco; le disgustan los movimientos inesperados.
  • Es temeroso a subir y bajar escaleras, a despegar los pies del piso.
  • Se cansa rápidamente en las actividades físicas; parece débil.
  • Tiende a apoyarse sobre las manos cuando realiza actividades en la mesa.
  • Tiene dificultades para andar en bicicleta o triciclo.
  • Es torpe en relación a otros niños de su edad.
  • Retrasarse en adquirir logros en el habla y el lenguaje.
  • Tiene baja autoestima y pocas amistades.
  • Es más sensible que otros a los sonidos fuertes o inesperados. Se irrita o abruma en ambientes ruidosos.
  • Le cuesta adaptarse a la luz del sol, cierra los ojos, o se molesta.
  • O por el contrario, Presenta miedos excesivos e irracionales a la oscuridad.
  • Tiene dificultad para llegar a la calma e irse a dormir, aún cuando está cansado.

¿Qué puedo hacer si pienso que mi hijo tiene un Desorden de Procesamiento Sensorial (DPS)? Si ud. piensa que su niño puede tener DPS le sugerimos lo siguiente:

Hable con su pediatra o médico de cabecera sobre los signos que Ud. observa.
Si el exámen clínico no explica las conductas de su hijo, solicite una entrevista o consulta de asesoramiento con un T.O. entrenado en I.S., quien analizará si es necesario efectuar una evaluación de Integración Sensorial.
Si su hijo es diagnosticado con Desórden de Procesamiento Sensorial, asegúrese de solicitar una copia de los resultados de la evaluación.
Si su hijo comienza un tratamiento de Integración Sensorial asegúrese lo siguiente: que el Terapista Ocupacional pueda acreditar su formación en Integración Sensorial (Certificación Argentina de I.S., o cursos avalados por esta Asociación) y capacitación continua (a través de la participación en grupos de estudio, supervisiones clínicas, concurrencia a cursos, congresos de actualización).
Ud. debe saber que la sala donde se lleva a cabo el tratamiento de TO con Integración Sensorial debe reunir ciertas características: tamaño no menor a 4 metros por 4 metros, dos puntos de suspensión como mínimo, más de un modelo de equipamiento colgante que ofrezcan diversidad de movimiento, material terapéutico que ofrezca información de las diferentes modalidades sensoriales.

Nadie conoce a su niño tan bien como ud. Si su intuición le dice que hay algo que no está bien, confíe en su percepción y consulte!
La detección precoz y tratamiento temprano son de gran importancia.

Traducido y adaptado de:
- Sensational Kids, Lucy Jane Miller, Ph.D., ORT., Ed. Penguin Group, 2006, EE UU.